
Con un nivel sonoro y de composición similar a Set the World on Fire (1993) o King of the Kill (1994), nos hacemos una pregunta. ¿Es ésto algo bueno? Jeff Waters lleva reciclando ideas -y a veces hasta canciones- desde el principio de los siglos, y si bien es cierto que el nuevo largo es disfrutable, nos encontramos con un disco donde no hay absolutamente nada nuevo. Los mismos riffs una y otra vez y una batería -grabada por Fabio Alessandrini- que sigue sonando artificial...
La novedad respecto al más variado For the Demented (2017) es que Waters vuelve a cantar más a su estilo y ya no trata de imitar a Dave Padden, pero hasta ese disco aportaba más que éste. No obstante, Annihilator sigue sonando a Annihilator, y quien quiera pasárselo en grande durante 45 minutos, disfrutando de los mismos riffs -olvidándose de las horribles letras- seguro que no se arrepiente. A estas alturas no pedimos nada nuevo, pero, no sé, ¿tal vez rescatar las estructuras neoclásicas de Alice in Hell (1989) y Never, Neverland (1990) para el próximo?
3/5
En Spotify: Annihilator - Ballistic, Sadistic
Temas recomendados: "Psycho Ward", "Dressed Up for Evil", "One Wrong Move"
FFO: Testament, RAGE
No hay comentarios:
Publicar un comentario