El decimosegundo álbum de la banda es en cierto modo más potente que
Pale Communion (2014) pero ni de lejos se acerca,
growls aparte, a
Watershed (2008) como algunas reviews han intentado expresar. El
problema de
Sorceress no son los growls, de hecho
la carencia de guturales nunca ha sido el problema, sino más bien el cambio de enfoque que ha sufrido la banda en su última etapa y que ahora culmina con el nuevo LP.
Once temas, dos de ellos una intro -que bien podría salir de una banda sonora de Morricone y Tarantino- y una outro, en los que sacamos varias conclusiones. Los temas bailan entre la intimidad y la accesibilidad con partes vocalmente comerciales ("The Wilde Flowers" o "Era") y siempre o casi siempre despunta el buen hacer y virtuosismo compositivo o interpretativo de los suecos,
destacando sin duda las guitarras y la batería -aunque el tono sigue siendo diferente al de Martin Lopez- y con la
línea vocal más presente de toda la discografía, guiando a la música y no al revés.
Ciertas partes impregnan al trabajo cierta potencia, y además del citado tono marcadamente más fuerte que comentábamos hay
algunos instantes de heavy metal como el final de "The Wilde Flowers", la totalidad de "Chrysallis" o buenas partes de "Strange Brew" y "Era". Podemos concluir que es un disco
bonito de escuchar y menos oscuro que otras
releases incluyendo la anterior.
¿Deben Opeth cambiar de nombre en esta no tan nueva etapa? Rotundamente NO. Al fin y al cabo, Mikael Åkerfeldt es el mayor compositor y contribuyente a Opeth y lo ha sido durante toda su historia. Lo que no tiene mucho sentido hoy en día es que Åkerfeldt persiga un material en solitario del que habló hace unos años:
Sorceress es muy personal y es tan diferente a lo que la banda hacía hace una década que no se me ocurre por qué Mikael querría crear otra
brand para su música. De hecho
Storm Corrosion, ese disco lanzado junto con
Steven Wilson en 2012 tiene más similitudes con
Soreceress de las que nunca ha tenido Opeth.
4/5
Sorceress no es ni mucho menos un mal disco.
Lo he intentado pero es imposible darle menos de un notable alto. ¿Como que
lo he intentado? Me explico. Escuchar a un grupo que ha grabado obras como
Blackwater Park,
Deliverance y
Damnation (2002) o incluso
Watershed (2008)
gastando su potencial en imitar a King Crimson, Camel, Jethro Tull resulta
por momentos un poco frustrante. Por supuesto siempre han sido sus influencias pero aquí están más presentes, y aunque en cierto modo
hay partes muy Opeth a nivel compositivo,
Sorceress es simplemente
otro rollo. Otro rollo y tal vez la prueba final de que ya no hablamos de un grupo de metal extremo con toques progresivos, sino de
un grupo progresivo con un pasado extremo.
Opeth - Sorceress
01. "Persephone"
02. "Sorceress"
03. "The Wilde Flowers"
04. "Will O The Wisp"
05. "Chrysalis"
06. "Sorceress 2"
07. "The Seventh Sojourn"
08. "Strange Brew"
09. "A Fleeting Glance"
10. "Era"
11. "Persephone (Slight Return)"
Fecha de lanzamiento: Viernes 30 de septiembre de 2016
Etiqueta: Nuclear Blast
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